Monica Urbina Pardo

Mi amor loco por las olivas viene de la infancia. Cuando mis primos las sacaban de su plato navideño torciendo los labios con una mueca de asco, yo aprovechaba la oportunidad para darme un banquete de esas increíbles esferas de sabor potente, aceitoso, suntuoso, agrio.
Me parecía fascinante el hecho de que escondieran en su centro ese enigmático paralelepípedo rojo con consistencia de bocadillo de guayaba. Recuerdo preguntarme mil veces cómo era posible que ese pedacito colorado (pimiento, según juran los industriales) llegara a ocupar el lugar en el que antes había una semilla.
De hacerme preguntas como esa, sobre el ingenio humano y sus formas de transformar las materias primas, partió mi amor por la filosofía, la psicología, la comunicación y las artes. Y por supuesto, entre estas últimas, también la gastronomía.
Estoy convencida que, a través de ella tejemos diversos hilos culturales: el de los países de nuestros ancestros, el de nuestra propia patria y el de las naciones que nos acogen. Así damos lugar a un tejido nuevo, irrepetible y bello que equilibra esas esencias, quizás muy opuestas, en una nueva propuesta creativa llena de sensorialidad y emoción.
La gastronomía ha sido una constante en mi vida profesional. Desde la investigación y escritura de artículos sobre cocineros, restaurantes, recetas e ingredientes pasando por guiones para videos, hasta las campañas de comunicación de productos y la producción de eventos temáticos, en ella he encontrado una oportunidad para explorar sensaciones, como los sabores y los aromas, que no suelen estar tan presentes en otras artes.
Soy comunicadora social y tengo más de 25 años de experiencia en la escritura profesional. Como gerente multimedia, editora y periodista, o como relacionista público, mis textos, generados para medios de comunicación, empresas, instituciones y personalidades, han sido publicados en Venezuela, Colombia, México, Panamá, España, Estados Unidos y Alemania en diferentes formatos.
Para mí es un verdadero placer seguir explorando el poder transformador de la gastronomía con mis letras, con la intención de mostrar otras aristas de la fuente más apetitosa del mundo. Esta vez el viaje culinario, junto a El Gusto es Mío, será narrado desde una perspectiva más abierta y libre, más sensitiva y emocional.
Mónica Urbina Pardo
Alemania, junio 2024